30 junio 2008

Gretchen am Spinnrad


No hace mucho que descubrí al FAUSTO, de Goethe. Fue mientras cursaba dos materias en la Facu, casi en simultáneo, que llegó a mí GRETCHEN AM SPINNRAD, en forma de Lieder musicalizado por Schubert. Fue tal el impacto que, no solo que mis trabajos finales para esas materias trataron sobre obras de Schubert, sino que me fue imposible resistirme a leer el FAUSTO. Así, de entrada, se me fue ocurriendo una idea que, a todos los que se las comenté en su momento, me miraron con cara muy rara, como diciendo “pobre, no le funciona muy bien el cerebro”.

¿Cuál era esa idea tan delirante? Si en Brasil hicieron una versión de ORFEO Y EURIDICE, ORFEO NEGRO, que transcurre en las favelas durante la preparación del Carnaval de Río, ¿por qué no hacer una versión del FAUSTO que transcurra en Buenos Aires, mientras se prepara una Murga Porteña? El Dr. Fausto sería un Viejo Murguero, y Margarita, una murguera jovencita, a punto de salir por primera vez en una Murga. Y, debo confesar que esa idea me la dio la música de Schubert, con ese ritmo ostinato del piano que evoca el sonido de la rueca en la que Gretchen trabaja pensando en el beso que Fausto le dio, y se termina lastimando, que para mis oidos puede ser tocado sin problemas en un bombo con platillos. En la versión porteña, Margarita estaría bordando un aplique, un aplique grande, que cosería en la espalda de su levita, todo de mostacillas, y al pensar en el beso de Fausto, tiraría los tarritos con las mostacillas, que se le desparramarían por el piso de su humilde casa. Para Margarita, cada puntada era una ilusión; cada mostacilla, una esperanza; cada minuto ganado al sueño, un sueño por realizar: tenía que tener un traje hermoso, muy buen decorado, para bailar al lado de Fausto. Pero, esa distracción haría que su trabajo se retrace, ya que juntar todas las mostacillas desparramadas es complicadísimo.

Bueno, les dejo una foto de un aplique que podría ser, tranquilamente, el que Margarita está bordadando. Y les dejo también, una maravillosa rara versión de GRETCHEN AM SPINNRAD. Solo les pido un favor: Cuando la escuchen, traten de imaginar el sonido del platillo haciendo los seiscillos del piano.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

que buena version...ya habia esecuchado algo de esto.
la pegaste una vez mas dragona

anais dijo...

Ahora caigo!
Hablé de Margarita, pero no les conté lo que dice mientras piensa en Fausto...

Aquí queda la letra en castellano. Si algun/a lector/a habla alemán y deja una traducción mejor, le estaré eternamente agradecida.

"Me pesa el corazón,
perdí la paz,
nunca he de recobrarla,
ya nunca más.

Es, para mí, la tumba
donde él no está,
su ausencia me emponzoña
el mundo, ya.

Con mi pobre cabeza
perdida estoy,
no sé de donde vengo
ni a donde voy.

Me pesa el corazón,
perdí la paz,
nunca he de recobrarla,
ya nunca más.

Solo miro hacia afuera
para ver si pasa,
solo para encontarle
salgo de cas.

Su donosa figura,
su andar gentil
y su boca sonriente,
su mirada sutil.

Sus palabras que fluyen,
el embeleso,
la presión de sus manos,
y... ¡ay! ¡su beso! (Aquí es donde desparrama las mostacillas)

Me pesa el corazón,
perdí la paz,
nunca he de recobrarla,
ya nunca más.

hacia él va mi ser todo,
por él me muero...
en mis manos tomarle
tenerlo, quiero...

¡Ay! ¡y besarle
a más no poder!
¡Bajo sus besos,
desfallecer!

Me pesa el corazón,
perdí la paz...

(Traducción en verso de Augusto BUNGE. Bs. As., Talleres Gráficos Argentinos Rosso y Cía. -1926-)

anais dijo...

www.elmundodeanais.blogspot.com

Anónimo dijo...

despues de pasar por el blog de vero y verte allá y leer aqui, veo que es maravilloso leerlas

saludos
mirache
http://mirache.blogspot.com/

Mirache dijo...

gracias por pasar por mi rincón, te espero mas a menudo y claro que me encantaria leer tus comentarios

saludos
carlos / mirache