n se fundaba, en la que fuera su primera casa, recibí algo así como una convocatoria: cinco mañas de ti mismo
has de postear sin demora,
pues quien este juego atora
no se mira con realismo!
Y, así lo hice.
Por estos días, en diferentes charlas, con diferentes personas, encontré que lo que para mí eran “mis cinco malas mañas”, solo eran pequeñitos detalles comparadas con los “detalles” en los que todos/as coincidieron. Y, eso, me llevo a pensar a cerca de cómo soy, de cómo hago, de cómo reacciono, de cómo pienso. Y, tal vez, tengan razón.
1) Llegar tarde a todos lados. Con suerte, puedo llegar justo, justito… (Esto tiene una explicación: detesto esperar. Llegando tarde, nunca espero)
2) Ser poco expresiva, al punto de parecer indiferente. Lo que ocurre es que soy poco demostrativa. Y, sumado a la “neutralidad” que los años de estudio me sembraron, parece que nada me importara. Al comentario más significativo, mi respuesta no pasará de un “Que bien” o “Que bueno”. Y no es porque no me importe. No se cómo mostrarlo.
3) Tener reacciones violentas. O sea, no es que ando a los golpes por la vida, pero a veces, jugando, se me va la mano… y, suelo contestar bastante mal.
Por estos días, en diferentes charlas, con diferentes personas, encontré que lo que para mí eran “mis cinco malas mañas”, solo eran pequeñitos detalles comparadas con los “detalles” en los que todos/as coincidieron. Y, eso, me llevo a pensar a cerca de cómo soy, de cómo hago, de cómo reacciono, de cómo pienso. Y, tal vez, tengan razón.
1) Llegar tarde a todos lados. Con suerte, puedo llegar justo, justito… (Esto tiene una explicación: detesto esperar. Llegando tarde, nunca espero)
2) Ser poco expresiva, al punto de parecer indiferente. Lo que ocurre es que soy poco demostrativa. Y, sumado a la “neutralidad” que los años de estudio me sembraron, parece que nada me importara. Al comentario más significativo, mi respuesta no pasará de un “Que bien” o “Que bueno”. Y no es porque no me importe. No se cómo mostrarlo.
3) Tener reacciones violentas. O sea, no es que ando a los golpes por la vida, pero a veces, jugando, se me va la mano… y, suelo contestar bastante mal.
4) No pensar mucho las cosas, y comprometerme así, de una, Apostar todas mis fichas sin tener certidumbres. A esto hay que agregarle que soy bastante ingenua, y creo más en lo que siento que en lo que escucho.
5) No ordenar nunca jamás (Del Kaos nació el Universo) Y, no solo desordenada, sino despistada y colgada.











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