Buenas, buenas!
Hace un rato, un gol hizo estremecer las paredes de mi casa. Era el gol q Tigre le metió a Boca en la cancha de Racing. Y no hubo otro gol. O sea, el ganador del partido fue Tigre. Pero, siempre hay un pero, el campeón del Torneo Apertura 2008, fue Boca.
Les dejo una excelente reflexión al respecto que escribió mi cyberamigo Humberto Acciarressi, reflexión con la que coincido al 100%.
Güena salú y malos istintos.
a!
Hace un rato, un gol hizo estremecer las paredes de mi casa. Era el gol q Tigre le metió a Boca en la cancha de Racing. Y no hubo otro gol. O sea, el ganador del partido fue Tigre. Pero, siempre hay un pero, el campeón del Torneo Apertura 2008, fue Boca.
Les dejo una excelente reflexión al respecto que escribió mi cyberamigo Humberto Acciarressi, reflexión con la que coincido al 100%.
Güena salú y malos istintos.
a!
¿Epica en un campeonato de futbol?
"Las palabras pueden llegar a cansarse y a enfermarse, como se cansan y se enferman los hombres o los caballos. Hay palabras que a fuerza de ser repetidas, y muchas veces mal empleadas, terminan por agotarse, por perder poco a poco su vitalidad. En vez de brotar de las bocas o de la escritura como lo que fueran alguna vez, flechas de la comunicación, pájaros del pensamiento y de la sensibilidad, las vemos o las oímos caer como piedras opacas, empezamos a no recibir de lleno su mensaje, o a percibir solamente una faceta de su contenido, a sentirlas como monedas gastadas, a perderlas cada vez más como signos vivos y a servirnos de ellas como pañuelos de bolsillo, como zapatos usados". Julio Cortázar
Con motivo de la obtención del campeonato Apertura por Boca (el Clausura había sido de River), vuelven a repetirse aquellos vicios del idioma que indignaban a Julio Cortázar hace una treintena de años. Y a tantos otros con anterioridad y a posteriori. Se habla de "épica", como otros le dicen "genio" a cualquiera y en tiempos de dictadura se mentaban los "derechos humanos" en la Argentina. Qué decir de otras palabras como "democracia", "tolerancia", etc, que de tanto abusar de ellas han perdido el sentido aquel que les concede su propia existencia. Esto es, apenas, un blog. Ni siquiera está alojado en un medio de gran tirada,incluyendo en el que yo trabajo. Pero acá tengo la libertad de decir lo que se me antoja, sin que nadie se enoje. Por eso, amigos, digo que la épica es un género literario que ni remotamente, ni con la mejor buena voluntad, puede ser asociada a un partido de futbol o a un equipo. La grandeza épica está ligada, por definición, a una empresa grande, ilustre, importante para una nación o para la humanidad entera; realizada con valor y superación de graves peligros. La épica incluye lo maravilloso, es decir, la intervención de los poderes sobrenaturales en los negocios humanos. Y si se quisiera, haciendo uso de cierta licencia poética algo exagerada, la épica de este último campeonato no corrió por cuenta de Boca, sino de Tigre, que lo enfrentó y le ganó los dos partidos. ¿Que a Boca se le murió el presidente y que aún asi "sacó coraje" y fue en busca de un homenaje?, ¿que se quedó sin Riquelme en el partido decisivo?, ¿que varios de sus jugadores no pudieron estar presentes por sus lesiones durante el campeonato?, ¿...?. Con ese criterio, la épica (e insisto en que la palabra es exagerada aunque periodísticamente previsible), corrió por cuenta de Tigre, que jugó la final sin sus dos hombres más importantes (el arquero Islas y el volante y goleador Castaño), y asi y todo...le volvió a ganar a Boca por segunda vez en el campeonato. El título número 23 del cuadro de la Ribera (por ahora bien lejos de su eterno archirival riverplatense) no tiene nada que ver con la épica. Tiene que ver, y mucho, con la suerte de haberle hecho un gol de más a un San Lorenzo lamentable. El resto es apenas la reiteración de esos lugares comunes que tanto le molestaban a Cortázar y que tanta gracia le causaban a Fontanarrosa.
http://atravesdeluniberto.blogspot.com/
Con motivo de la obtención del campeonato Apertura por Boca (el Clausura había sido de River), vuelven a repetirse aquellos vicios del idioma que indignaban a Julio Cortázar hace una treintena de años. Y a tantos otros con anterioridad y a posteriori. Se habla de "épica", como otros le dicen "genio" a cualquiera y en tiempos de dictadura se mentaban los "derechos humanos" en la Argentina. Qué decir de otras palabras como "democracia", "tolerancia", etc, que de tanto abusar de ellas han perdido el sentido aquel que les concede su propia existencia. Esto es, apenas, un blog. Ni siquiera está alojado en un medio de gran tirada,incluyendo en el que yo trabajo. Pero acá tengo la libertad de decir lo que se me antoja, sin que nadie se enoje. Por eso, amigos, digo que la épica es un género literario que ni remotamente, ni con la mejor buena voluntad, puede ser asociada a un partido de futbol o a un equipo. La grandeza épica está ligada, por definición, a una empresa grande, ilustre, importante para una nación o para la humanidad entera; realizada con valor y superación de graves peligros. La épica incluye lo maravilloso, es decir, la intervención de los poderes sobrenaturales en los negocios humanos. Y si se quisiera, haciendo uso de cierta licencia poética algo exagerada, la épica de este último campeonato no corrió por cuenta de Boca, sino de Tigre, que lo enfrentó y le ganó los dos partidos. ¿Que a Boca se le murió el presidente y que aún asi "sacó coraje" y fue en busca de un homenaje?, ¿que se quedó sin Riquelme en el partido decisivo?, ¿que varios de sus jugadores no pudieron estar presentes por sus lesiones durante el campeonato?, ¿...?. Con ese criterio, la épica (e insisto en que la palabra es exagerada aunque periodísticamente previsible), corrió por cuenta de Tigre, que jugó la final sin sus dos hombres más importantes (el arquero Islas y el volante y goleador Castaño), y asi y todo...le volvió a ganar a Boca por segunda vez en el campeonato. El título número 23 del cuadro de la Ribera (por ahora bien lejos de su eterno archirival riverplatense) no tiene nada que ver con la épica. Tiene que ver, y mucho, con la suerte de haberle hecho un gol de más a un San Lorenzo lamentable. El resto es apenas la reiteración de esos lugares comunes que tanto le molestaban a Cortázar y que tanta gracia le causaban a Fontanarrosa.
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1 comentario:
Coincido, no puedo menos que eso. Aunque primero que nada debo decir que este campeonato, por mas que me moleste, no lo ganó boca sino que lo perdió San Lorenzo. Lo ganó boca por ese gol de más del que habla humberto, un gol fruto del nerviosismo y desinteligencias de San Lorenzo. Ese gol hizo temblar la mesa en la que estabamos cenando, y. me imagino tantas otras casas.
Beso.-
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