OMAR GIAMMARCO QUINTETO
Teatro Gargantúa, viernes 21 de diciembre de 2007.
Buscando a la Paica Mistonga[1], anoche me fui a Colegiales. El martes, Omar Giammarco tuvo la gentileza de invitarme al concierto que daría con su Quinteto (Omar Giammarco en guitarra y voz, Mariana Cañardo en violín, Carlos Bisurgi en contrabajo; Julio Locatelle en acordeón y Marcelo Frezia en batería, más Pablo Giammarco y Diego Setton en coros) en el Teatro Gargantúa.
Y valió la pena desafiar al viento y al alerta meteorológico. Fue, como diríamos en el barrio, un show de puta madre. No solo por la calidad de sus canciones (verdaderas combinaciones de letras con músicas, como deben ser las canciones), sino por el clima que se genera sobre el escenario, clima que contagia hasta al público más “serio”. Las presentaciones que Giammarco hace de cada canción son, como él mismo dice, pequeños pasos de comedia, concebidos con un humor casi, casi negro, que hace reír con lo más terrible.
Fueron dieciocho canciones que recorrieron los dos discos editados. Empezaron con “Llegó febrero” presentación murguera. Incluyeron tres del disco nuevo, “Que no daría por mirarme en tus ojos, por vivir en tus labios, por meterme en tu cama”, “La bomba” (historia de amor adolescente) y “La milonga de la luna y el sapo” (irónica historia de un efímero romance entre un feo un una bella, armado con engaños). Este disco, que se suponía que estaban presentando, pero que todavía no salió porque ni siquiera lo empezaron a grabar, y que tampoco grabarán porque será un disco de canciones de amor, “todo de eso, del amor en doce escordios, por eso no lo vamos a sacar” (esta explicación, con mucha seriedad, la dieron varias veces, entre las carcajadas del público)
Todas las interpretaciones fueron excelentes, pero cabe destacar “La reina”, bien diferente de la registrada en Dame un beso, la experimental “Por los techos” y la casi cumbia milonga orillera “División homicidios” (de Por estos barrios)
El show cerró con “Por estos barrios”, retirada murguera, y se prolongó en la repetición de “Lo que se de las mujeres”.
Eran pasadas las tres de la mañana cuando salí a l frío de la madrugada. Pero estaba tan feliz, que ni sentí la larga media hora que tardó en venir el 24. Por suerte, vino vacío, y en el viaje de regreso pude escribir estas palabras.
[1] En futuras entradas les contaré qué es esto. Por ahora, tómenlo como al tarea de una Licenciada en Artes con muchas ganas de empezar a ejercer.
Teatro Gargantúa, viernes 21 de diciembre de 2007.
Buscando a la Paica Mistonga[1], anoche me fui a Colegiales. El martes, Omar Giammarco tuvo la gentileza de invitarme al concierto que daría con su Quinteto (Omar Giammarco en guitarra y voz, Mariana Cañardo en violín, Carlos Bisurgi en contrabajo; Julio Locatelle en acordeón y Marcelo Frezia en batería, más Pablo Giammarco y Diego Setton en coros) en el Teatro Gargantúa.
Y valió la pena desafiar al viento y al alerta meteorológico. Fue, como diríamos en el barrio, un show de puta madre. No solo por la calidad de sus canciones (verdaderas combinaciones de letras con músicas, como deben ser las canciones), sino por el clima que se genera sobre el escenario, clima que contagia hasta al público más “serio”. Las presentaciones que Giammarco hace de cada canción son, como él mismo dice, pequeños pasos de comedia, concebidos con un humor casi, casi negro, que hace reír con lo más terrible.
Fueron dieciocho canciones que recorrieron los dos discos editados. Empezaron con “Llegó febrero” presentación murguera. Incluyeron tres del disco nuevo, “Que no daría por mirarme en tus ojos, por vivir en tus labios, por meterme en tu cama”, “La bomba” (historia de amor adolescente) y “La milonga de la luna y el sapo” (irónica historia de un efímero romance entre un feo un una bella, armado con engaños). Este disco, que se suponía que estaban presentando, pero que todavía no salió porque ni siquiera lo empezaron a grabar, y que tampoco grabarán porque será un disco de canciones de amor, “todo de eso, del amor en doce escordios, por eso no lo vamos a sacar” (esta explicación, con mucha seriedad, la dieron varias veces, entre las carcajadas del público)
Todas las interpretaciones fueron excelentes, pero cabe destacar “La reina”, bien diferente de la registrada en Dame un beso, la experimental “Por los techos” y la casi cumbia milonga orillera “División homicidios” (de Por estos barrios)
El show cerró con “Por estos barrios”, retirada murguera, y se prolongó en la repetición de “Lo que se de las mujeres”.
Eran pasadas las tres de la mañana cuando salí a l frío de la madrugada. Pero estaba tan feliz, que ni sentí la larga media hora que tardó en venir el 24. Por suerte, vino vacío, y en el viaje de regreso pude escribir estas palabras.
[1] En futuras entradas les contaré qué es esto. Por ahora, tómenlo como al tarea de una Licenciada en Artes con muchas ganas de empezar a ejercer.











2 comentarios:
tengo que destacar la calidad de los titulos, estan todos buenos, aunque "que no daria por mirarme en tus ojos, por vivir en tus labios, por meterme en tu cama" se lleva un lugar por sobre todo lo demas.
y lo bueno de esto tambien recae en que lo describis tan lindo, que dan ganas de escucharlo.
abrazo
Como daria por estar en un concierto de Omar Giammarco .. pero andamos lejos de la argentina y solo queda continuarlo escuchando ... o viendolo repetidas veces en los pocos videos que se tiene en Youtube.
Conoci hace muchoooo gracias al cable que decidio encenderse un dia en mi casa mientras andaba recuperandome de una cirugia en el programa de la Trastienda, que haciamos ese dia la Trastienda, el cable y yo perfectamente alineados nunca lo sabre, pero gracias a ello conoci a Omar Giammarco despues llegaron Me daras mil hijos luego ya recuperado aparecieron Angela Tullida, P.O.R, La Chicana .... y uno continua aqui imaginandose los conciertos y las sensaciones.
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