05 agosto 2008

Alexander Solzhenitsyn (1918-2008)

Leí este cuento en una copia mimeografiada que la señorita Cristina, mi maestra de 7mo. grado del Colegio La Asunción de Lanús nos repartió. Los años hicieron que esa copia se borrara y se perdiera, pero el recuerdo de este cuento vivió siempre en mi cabeza. Ayer, ante la noticia de la muerte de su autor, logré dar con él otra vez.

Ojalá les guste tanto como me gusta a mí.

a!

Sharik

En nuestro patio un chico tiene encadenado a su perrito, Sharik. Lo tiene así desde que era un cachorrito. Una vez fui a llevarle huesos de caldo humeantes y aromáticos, pero justo en ese momento el chico soltó al pobrecito.

La nieve en el patio es copiosa y blanca. Sharik, lleno de júbilo, da vueltas por el patio, salta como una liebre, el hocico lleno de nieve, corre por todos los rincones, del uno al otro, del uno al otro… Se me aproxima, todo velludo, salta alrededor de mí, huele los huesos y vuelve a correr como diciendo…

“No necesito yo sus huesos…sólo denme la libertad”

4 comentarios:

ChaPa ((( 22 ))) dijo...

Me gustó, no creo que tanto como a vos... Pero me gustó!


Saludos!


ChaPa ((( 22 )))

Sandokan dijo...

Anais, Como estas tanto tiempo. La verdad que todos Uds. son re-grosos, sabes una cosa, debe ser la edad pero todo esto te juro que me llega un monton, gente que no nos conocemos y parece que nos conociéramos de toda la vida, no se ti te pasa lo mismo?. Estoy queriendo organizar un encuentro, reconozco no se donde, pero podría ser un sábado a la tarde o domingo en alguna confitería con gente del Arcon, para conocernos y hablarnos todo. Si te gusta la idea te invito a que me ayudes. Un beso enorme
Sandokan (Jorge)

caminante dijo...

la comida a veces es el cuerpo del olvido. queremos masticar otros tiempos, otras circunstancias.
alguien dijo una vez que es laforma de no dejar de caminar. de ir.
cuando hay cadenas o muros o nieblas. masticar el camino en pensamiento
y si se va todo lo otro de cualquier modo
entonces caminamos
y ya el hambre y la angustias
se vuelven camino en nuestras huellas...

Sibila de Cumas dijo...

Hola, Anais!
Cómo andás? Qué placer haber tenido en la primaria maestras que te daban a leer autores rusos!!
Qué placer este texto! GRacias por compartirlo y por andar siempre por acá!
Un abrazo