11 septiembre 2007

Cartas de amor.

Hace unos días, a raiz de una entrega desencontrada, y una nota que acompañó esa entrega, recibí algo así como un desfío: escribir una carta de amor.
Las cartas de amor están un poco fuera de moda, y quizá, esa fue la causa que me llevo aceptar. Aquí va el resultado. Ojalá les guste.
Capitán Mayúscula:

Buscando escribir a cerca del amor concreto, del amor secreto, del amor que nace, se me cruzó su nombre.
Usted entró a mi vida por la ventana, como el viento en las tardes de verano (y nunca más literal, porque fue una tarde de verano en la que apareció su ventanita del MSN).
Ahora, también hace calor. Es de noche y estoy sola, sola frente a una taza de café, mirando por la ventana los autos que pasan y que, con sus luces, hacen que brille el asfalto húmedo. Ya no llueve.
Junto con su nombre llegaron a mi cabeza viejas frases cursis: “Mi amor sabe aguardar. Su deseo es arroyo, y no torrente, que hacia ti, con certeza, sigue andando”.
No se si entiende. Es tan simple. Tan simple y tan sencillo que uno no se imagina que puedan ocurrir cosas así. Nunca imaginé que existiera un miedo silencioso al ignorar el lugar en dónde está, las paredes de su cuarto, el “desorden” de sus cosas, el rincón que mira sin saber por qué cuando, de repente, algo hace que presienta que existo, que estoy y que…
En el remolino de la taza imagino una escena casi torpe, casi imposible, casi inimaginable, en su cocina, vino y almendras de por medio. Pero no es real. Y se escapa. Se escapa con las luces que pasan, se escapa por un espacio vacío y lleno de cosas. Cosas que no existen. Vivo en un mundo de fantasía, creado con palabras inventadas. Y el mundo de veras me persigue con su realidad fría, fuerte y ruidosa. Ruidosa como el viento en las tardes de verano, cuando amenaza tormenta.
Sabe, Capitán, nunca quise complicarlo en mi tristeza. Pero creo que ya es tarde.
Está lloviendo otra vez. Pasa gente corriendo. ¿Estará viendo la lluvia en este momento?
Me gustaría correr bajo la lluvia hasta el rincón de su cocina, para quitarme el frío de la mojazón emborrachándome con ganja, vino y chocolate.
Usted tiene razón: Nada puede justificar la ausencia.
En fin…

QUIERO QUE HAGA CONMIGO
LO QUE LA PRIMAVERA HACE CON LOS CEREZOS
…casi que…
La Chica del Ángel.

6 comentarios:

humberto acciarressi dijo...

Amiga Anais: No se quien fue el artífice del desafío, ni siquiera si existe. En todo caso, eso es lo de menos. Baste decir, amiga, que usted pasó la prueba de la mejor manera. Bellas palabras, bellamente dichas, lo que hace suponer que están bellamente sentidas. El desafiante perdió la apuesta (o a lo mejor la ganó, ¿quién sabe?). Un cariño de Humberto.

mariano dijo...

Patitooooooooooooooo increible es hermoso.....no se quien sera el desafiante...pero si a mi me escriben una carta asi muero de amor.....guauuuuuu.

Tocatango tocatango...

Geniaaaaaaa ¡¡¡¡¡¡¡

Bechotesssss.

Carol dijo...

Nadie se merece tan bellas palabras mi querida Anais...

::: GørgôrøtH ::: dijo...

juaj, me gusta como queda el contraste de una carta de amor matizada con "ventanas de MSN", linda mezcla temporal-

Saludos!

alejandra dijo...

wooooooooww,

y el cierre!


besos y abrazos desde el DeFectuoso

Unknown dijo...

Muy buena carta, mucha inspiración. felicitaciones!!!