23 junio 2006

EXTRAÑAMIENTO AUTOBIOGRÁFICO.

Ayer a la nochecita fue el tercero y último encuentro del ciclo de charlas Historia y Cultura del Rock en Argentina realizadas por Alfredo Rosso. El tema del día fue “La renovación de los 80’s”. Doce temas que para Rosso fueron los “insignia” de ese momento.
Para mí, fue como volver a mi adolescencia durante dos horas. Todo lo que Rosso contó, yo lo viví “en primera persona” y fue muy fuerte la sensación que tuve al verlos como “desde afuera”. Algo así como el “Extrañamiento” que Brecht define para el teatro, para el actor y los personajes que representa.
Sacando dos de los temas, que siempre me parecieron horribles, los otros diez son parte de mi historia personal. “Represión” de Los Violadores fue unos de mis himnos, como “El extraño de pelo largo” en versión punk, tema que solo fue mencionado. “Wadu Wadu”,Pensé que se trataba de cieguitos”, “En la cama o en el suelo”, “El blues de las seis y treinta”, “Es la vida que me alcanza”…
Volví a las mañanas de sábado de mis trece años, en las que escuchaba, en FMR, un programa de Liliana Daunes en el que se pasaba la agenda de recitales de ese fin de semana y moría de ganas por ir a La Esquina del Sol a escuchar a Don Cornelio y la Zona. Volví a escuchar 9PM, Subamarino amarillo, El Tren fantasma… Volví a las tardes de domingo en la matine de Kamote o de Tivoli, boliches en los que descubrí el punk rock, y nunca más pude separarme de esa música primero, y de la ideología, después. A mis frustraciones por tener un pelo excesivamente lacio y obediente de la ley de gravedad que se resistía a cualquier “raro peinado nuevo”, a mi flequillo verde que parecía un escobillón… A la entrada para el recital de The Ramones, plata que junté moneda a moneda… A mis compañeros del secundario Leonardo A-Morales (la “A” era de Antonio, pero él la anteponía a su apellido para que sonara contestatario) y Luca Andrea Veneroni, que vivían en San Telmo y fueron los primeros en hacerme escuchar a Sumo
Cuántos recuerdos… No, más que eso… Cuántas sensaciones. En esos años, en esos lugares, con esas personas, yo nací a cómo soy hoy. “Uno es lo que lee, uno es lo que escucha”, dice el viejo adagio…
Cuando la charla terminó, con la promesa de que “esto continuará”, como las historietas, descubrí que, aunque ahora soy una adulta, “responsable” y bla, bla, bla… no estoy muy lejos de aquella adolescente que fui. Y eso me dejó muy, pero muy contenta.

2 comentarios:

el astudillo dijo...

Hola!
Lindo poema el que escribiste. Llegué a tí por "Impúdica animal sin pedigree", o Inga, la danesa, jajaja...
Desde Chile, El Astudillo

Miguel Angel Peláez dijo...

En la memoria reside muchas de las cosas que hemos vivido. Entre ellas nuestra niñez y recuerdos de antaño. A veces resurgen por un comentario, un programa, una conversación...y es como si nos trasportase a aquellas edades. Volando.

Lo de las murgas lo busqué en internet, fruto del interés que me despertó tu foto. Ya sabes, uno que es inquieto. (Como pregunta mi perfil: INTERESES: -Y yo contesto: ME INTERESA APRENDER DE TI).

Besos desde el Norte de España a ese Buenos Aires querido.